En
mi cabeza resuena una melodía triste,
tan
triste como la mirada que me diste
cuando
te dije que teníamos que dejar de vernos.
Mientras
caminábamos por la calle y las palabras salían de mi boca,
traté de ser fuerte para sonar convincente,
pero
no pude evitar que en mi interior algo se rompiera.
Tuve
que detenerme a recoger mis restos desparramados por la avenida
y
guardarlos para algún día tratar de rearmarme
pero
no todavía;
Este dolor infinito es lo único que me queda de ti
y no lo dejaré ir tan fácilmente.
Este dolor infinito es lo único que me queda de ti
y no lo dejaré ir tan fácilmente.
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